LA VOZ DE GALICIA EN «A LAS 5»

LA V

«Hay personas que llevan cinco años viniendo los 365 días a por el bocadillo»
« La organización ayuda a una media de 120 personas al día desde febrero del 2013»

FOTOXOAN CARLOS GIL

MARIA JESÚS FUENTE 2018/12/19 10:14 h

Abrió sus puertas en febrero del 2013 y desde entonces no ha habido día en el que la Fundación A las Cinco no haya entregado un bocadillo a las personas que carecen de medios para echarse algo a la boca. Sus puertas del número 10 de Taboada Leal abren los 365 días del año entre las 18.00 y las 20.30 horas. En total son sobre 130 voluntarios y colaboradores. Mañana, como todos los años, tomarán un pincho solidario a las 8.45 horas.

«Entre los voluntarios hay personas de todas las profesiones: jueces, fiscales, médicos, empresarios, estudiantes, jubilados, profesores…», comenta la coordinadora y también voluntaria, Paqui Domínguez.

La mayoría de los usuarios que recurren a la organización son personas con rentas bajas o en paro a las que los ingresos no les dan para llegar a fin de mes, muchos de ellos inmigrantes. «En general, en el tiempo que llevamos no he notado cambios en los usuarios, ni tampoco mejoría en su situación precaria, solo sé de tres o cuatro que encontraron trabajo en el sector del naval y ahora nos vienen a ver y a decir cómo van, pero son habas contadas. Hay gente que lleva más de cinco años, desde que abrimos, viniendo los 365 días a por el bocadillo. Hace poco se murió en la calle Abdelovahed Soumati. Era usuario nuestro desde el principio. En torno a un 20 % llevan cinco años acudiendo a nosotros», observa la coordinadora.

No hay más que echar cuentas de lo que suponen algunas pensiones o la renta de integración social y de lo que cuesta alquilar una mísera habitación para entender la situación de los usuarios de A las Cinco, unos 120 de media diaria. Es lo que piensan los voluntarios. «No les queda para nada. Alguna señora cuida de una persona enferma, pero muy poco, unas horas. Además, hay familias que tienen tres o cuatro hijos, incluso una, con siete; no hay nada que llegue. Tres días a la semana colabora Coren, que nos da el excedente de una de sus tiendas. Con eso cubrimos 30 o 40 raciones. El resto de los días les damos el bocadillo con una bebida caliente y yogur o fruta», explica.

El domingo pasado tuvieron suerte. Sobró cocido en los Salesianos y se lo llevaron. La asociación de vecinos del Casco Vello les entregó el año pasado lo que le sobró de una paella y este año parece que les va a tocar cocido. También colabora el Banco de Alimentos con un pedido mensual en el que no faltan galletas, leche, Cola Cao y conservas.

«No tenemos subvenciones, nos mantenemos nosotros mismos y sableando a los amigos y colaboradores. El local es alquilado, estuvo cedido de forma gratuita durante tres años, pero ahora ya pagamos un alquiler», apunta Paqui Domínguez.

El objetivo no se pierde de vista: atender a las personas a las que los ingresos no les llegan para vivir hasta fin de mes.

Solo atiende a la gente que figura en una lista, derivada de otras entidades de la ciudad

El servicio de A las Cinco no es ni mucho menos como el de una cafetería, llegar y decir: «Me pone un bocadillo y un café’». Para evitar abusos se atiende solo a los usuarios que figuran en una lista de unas 150 personas, aunque no todas acuden a diario. Esa relación, que se renueva cada cierto tiempo, se elabora a partir de las personas derivadas por otras organizaciones de la ciudad: Cruz Roja, Cáritas y Emaús, además del propio Concello,

Poco a poco se ha ido dotando de medios y en la actualidad ya dispone de una cafetera casi industrial y de plancha para ofrecer el pan caliente.

«Ofrecemos bocadillos de muchas cosas: jamón serrano, York, salchichas, queso, chorizo. Consumimos unos seis kilos diarios de queso. Los voluntarios vienen sobre las cinco a prepararlos y cerramos sobre las nueve o nueve y cuarto, porque, aunque la entrega de los bocadillos se acaba a las 20.15 horas, después hay que recoger y fregar. Muchos voluntarios están desde el principio, vienen, se enganchan y se quedan. Aunque somos sobre unos 130, trabajamos en turnos de tres o cuatro al día.», explica la coordinadora.

En Nochebuena hacen cena especial de siete a nueve de la tarde. Apenas un 5 % de los usuarios se van con sus familias, por lo que la afluencia es casi como la habitual. También en fin de año hay celebración durante casi toda la tarde, en esta ocasión con cátering.

Para contactar con la fundación no hay más que acceder a su web www.alascinco.org, donde se puede encontrar todo tipo de información, como quiénes son y qué objetivos persiguen. Ganar la batalla al «monstruo del hambre» es su misión fundamental.

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