El diccionario de la RAE define el altruismo como “La diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio”. Es decir, la tendencia a procurar el bien de terceras personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés de uno mismo
Por otro lado la misma Academia define la caridad como el “auxilio que se presta a los necesitados” y según el diccionario histórico de la lengua española es, junto a la fé y la esperanza, la tercera de las virtudes teologales.
Dice tambien que la palabra «caridad», compuesta de “carus” (querido, amado) y el sufijo –dad- (cualidad), viene del latín caritas/atis que significa (cualidad de amar) y es para los creyentes, “la virtud de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo».
En consecuencia, parece que entre ambas definiciones existe un matiz, no pequeño, que las diferencia.: El amor.
En el primer caso, el altruista, que suele empezar con mucha ilusión y energía, simplemente trata de hacer el bien al prójimo. Sin buscar ninguna recompensa. Ni económica ni reputacional, aunque éste último concepto sea muy difícil de determinar y ni siquiera de apreciar su existencia. Por ello, muchas veces, esa ilusión se va enfriando con el paso del tiempo. Los esfuerzos requeridos cada vez pesan más y la necesidad del objetivo perseguido se va difuminando hasta desaparecer necesitando, para evitar su extinción, de algún estímulo externo que le anime a proseguir.
En el segundo caso, el caritativo, siente esa necesidad de hacer el bien al prójimo porque siente un determinado afecto hacia él. No se trata de ayudar por ayudar. Es ayudar por el sentimiento de amor al prójimo que se manifiesta en todos los actos de su vida, tanto con sus familiares como con amigos, conocidos o extraños. Entre él y el mundo que le rodea subyace un dialogo virtuoso de amor que le permite mantener una relación sostenible en el tiempo.
La confluencia de ambos conceptos en una persona da lugar al enunciado de Altruismo caritativo. Y como tal he de definir el que radica en los miembros de la ONG “A las 5 “ y muy especialmente en los miembros de su Junta Directiva.
Diez años al frente del cañón, trescientos sesenta y cinco días al año, así lo atestiguan.
Hay que sentir mucho amor por los semejantes, para mantener en el tiempo su objetivo sin perder un ápice de ilusión y con la misma alegría con la que empezaron.
La ONG A las 5 nació en Vigo, en julio de 2012, cuando un grupo de vigueses o arraigados en Vigo decidieron formar piña para ayudar a afectados por la crisis económica que padecíamos en aquel entonces.
Tras superar los trámites administrativos para la reforma y adecuación del local social en el que aún se ubica la entidad a día de hoy, el 26/11/2012 tuvo lugar el inicio de las obras. Y el 4/2/2013 tuvo lugar el acto inaugural en el que ya se prestó atención a más de una veintena de personas.
Cinco meses después ya eran cincuenta y en setiembre de ese 2013 se contabilizaba un centenar de asistencias.
Con sus altibajos, los números llegaron a rozar el techo de doscientas personas diarias socorridas, para estabilizarse en torno a los 150 asistidos, números en los que se siguen moviendo a dia de hoy.
Sus recursos, se reducen a sus propias aportaciones laborales, físicas y económicas, las de sus socios y las ayudas esporádicas de alguna empresa privada.
Una auténtica proeza que bien vale, cuando menos, este pequeño recuerdo y todo el agradecimiento de las personas de bien, en este año en el que se cumple el décimo de su existencia.
Un socio
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