El objetivo principal de la reunión fue el de hacer balance del año que termina, analizando resultados y posibilidades de mejoras para el año venidero.
El 2014 nos permitió complementar el aporte básico formado por “Bocata” y “Bebida caliente”, para los más de ciento cincuenta usuarios diarios, con otras viandas como galletas, bizcochos, cruasanes, pasteles, pollo asado, churrasco, conservas, fruta fresca, yogures, flanes, etc. gentileza del Banco de Alimentos y diversas casas comerciales entre las que destacan Coren, Frutas Nieves y Frutas Sanromán. Así como por aportaciones privadas en diferentes y considerables cuantías traídas al local por particulares solidarios.
Hemos podido organizar y desarrollar diversos cursos de cocina y costura dirigidos a nuestras usuarias para ampliarles sus posibilidades en el mercado laboral y tenemos en ejecución un curso de inglés para nuestros usuarios en edad escolar por gentileza de una profesora también usuaria y conseguimos un total de seis becas para otros tantos alumnos del referido idioma, otorgadas por tres academias viguesas. Cuatro de ellas patrocinadas por la academia Hollibood y las otras dos por Schoolhouse; y Concorde Language School, s.l
Pusimos en práctica el programa “Hoy por ti” con la colaboración de diversos restaurantes de la ciudad, que solidariamente ofrecen una comida en sus establecimientos a nuestros usuarios, en determinados días de la semana y debidamente dosificados.
En resumen entendemos que los resultados fueron excelentes poniéndose de manifiesto que la solidaridad de los vigueses es realmente grande.
El 2015 nos encuentra en una posición consolidada en experiencia y recursos que confiamos se mantengan y aún aumenten lo que nos permite augurar otra buena etapa.
Aprovechando el momento, se hizo un repaso de los servicios prestados, llegándose a la conclusión de que todos los voluntarios, sin excepción, con sus responsables al frente, eran y son merecedores de las mayores loas. No obstante y sin desmerecimiento para ninguno, se acordó hacer mención especial de tres de ellos por su abnegada entrega, su derroche de simpatía y su alegría contagiosa con la que habitualmente tiran de unos y empujan a otros para que no decaiga el ánimo en la empresa común.
Los destacados han sido Paco, Paqui y Lilian, a quienes les fue impuesta la Medalla de Oro de “A las 5” que, como es obvio, no fue acuñada con una onza de oro de 24 kilates, sino con una onza de cuatro gramos de chocolate. Eso sí, envuelta en papel dorado para que diese mejor el pego, cosa que se consiguió plenamente a tenor de lo que se puede apreciar en las fotografías.
Ahora solo queda animar a los condecorados para que cuando se cansen de llevar la rosca al cuello, la desenvuelvan y compartan con sus colegas ya que tienen una pinta buenísima.
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